los trabajos permanentes!
¡Y cuantas incertidumbres
cuando se intenta comprar
un piso, medio decente!
Afloran, todas las dudas:
si tendré trabajo ahora
que la empresa está muy mal…
si me darán la hipoteca
(que esa es otra de las pegas
que tienen que superar)
Unos viven como reyes,
otros, no nos podemos quejar.
Pero existen otras gentes
(muchos jóvenes entre ellos)
que no pueden acceder
a tener un piso nuevo.
Por eso cuando lo pienso
y juzgo las circunstancias
me doy cuenta de la suerte
que yo tengo
por disponer de una casa.
Sin hipoteca, no hay piso
y sin piso no hay familia
sino hay familia, no hay hijos.
¡Hay que ver lo que conlleva
tener un trabajo fijo!.
¿Será este, uno de los tantos males
que dicen provoca el Capitalismo?
Yo no tengo ese problema
pero me preocupa el tema
porque si, que tengo hijos.
María A. Catalá
MARZO 2008
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