¡Cuánto mal nos
ocasionas
cuánto dolor, cuánto
sufrimiento,
cuánto padecer, cuantos
lamentos,
tan solo escuchar tu
nombre,
nos provoca miedo.
Cáncer, dos sílabas
solamente
más tus daños infinitos
a veces, suenan a
muerte.
Conmigo, ya te has
cebado
llevándote de mi lado,
a mucha gente querida,
por eso te tema más
por mis sangrantes
heridas
porque ya en mi tierna infancia
vi a mi abuela padecer
cuando atacaste sus
mamas.
Después viniste, una y
otra vez
tantas, que ya he
perdido la cuenta
entre amigos y familia
¿No te parece asesino
que es hora
de que me dejes
tranquila
hasta cuando esta
condena?
Menos mal, que te
vigila la Ciencia.
Desde estos versos
reclamo
menos recorte, más
dinero
para gente que
investiga
descubriendo otros
remedios.
Yo sé maldito cáncer
que un día te
venceremos
hasta entonces, nos
cuidaremos
para que no te poses en
nuestros senos
Millones de lazos rosas
luchamos contra tus
males;
atentos estamos, temido
cáncer
María A. Catalá
19-10-2013