domingo, 16 de noviembre de 2014

CONFLICTOS INNECESARIOS

¡Qué conflictos nos buscamos

habiendo tantos problemas!
¡Qué ganas de complicar las cosas, de jugar,
con los sentimientos de las personas,
de enfrentar a familias enteras.


¿Pero qué les pasa a estos políticos,
acaso no se dan cuenta en el lío
que nos han metido?

¿Por qué no ponen el mismo empeño
en solucionar
los problemas del día a día?
¿Por qué no unen las fuerzas
para sacar, a este país de la agonía?

Señor Mas: si hoy por hoy
se unen los bancos,
se fusionan las empresas
para una mejor competencia…
¿por qué ahora la independencia?

Unos por otros y la casa sin barrer
eso sí cada vez más casos de corrupción
y… los que nos quedan por ver.

Escuchen gobernantes de este país,
y líderes nacionalistas:
a los primeros les diría
que no abusen de la mayoría 
y a los segundos les preguntaría
en caso de obtener la independencia 
¿qué harían?
No me hablen de quimeras,
ni de aquello que los ricos pagarían más
cuando es ahora y se llevan el dinero
a un paraíso fiscal,
imagínense que no harán
si gobernara Junquera
no quedaba en Cataluña ni una peseta.
¿No comprenden que el que manda es el capital?

El ser humano debe ser dialogante
por naturaleza,
tenemos la palabra que es, nuestra mayor proeza.

Señor Rajoy, escuche a Mas
y usted, Honarable President
de la Generalitat
ponga los pies en la Tierra
que si Cataluña fue grande,
España, lo fue más 
pero estamos en el siglo veintiuno
y hay que aceptar la realidad.

Tuvimos, fuimos, eso es parte del pasado
hay que afrontar el presente y
solucionar necesidades vigentes.

Dejen la testarudez a un lado
y comiencen a dialogar
todo tiene remedio, 
si se tiene voluntad.

Este país quiere soluciones:
Los niños, colegios,
los padres, trabajo,
los enfermos, médicos…
para eso les votamos y…
dediquen más esfuerzo
para controlar a todos aquellos
que vacían nuestro Erario
no queremos más conflictos, 
innecesarios.

María A. Catalá

martes, 4 de noviembre de 2014

EL ABRAZO DE MI MADRE

El abrazo de mi madre

Me viene a la memoria
un recuerdo de mi madre
un hecho, intrascendente
como diría mucha gente.

Fue, el último año
que mi madre vino a visitarme
(agosto del 97)
tres meses antes de que
le sorprendiera la muerte.

Salía de mi dormitorio
(recién levantada)
con los pelos alborotados
y una bata que ella me había regalado;
era, azul turquesa
con cara de japonesas.
Mi madre me miró,
me abrazó y me dijo:
¡hija mía que guapas estás!.
Como es natural, me quedé perpleja
menuda facha debía tener
con los ojos pegados
y la melena revuelta,
pero a ella, le parecí bella.
Ahora me doy cuenta que eso,
sólo lo dice una madre
una madre, como ella .
Aún conservo aquella bata
cosida unas cuantas veces
que me sigo poniendo, cada verano
porque dentro de mi siento todavía
aquél abrazo.


Conforme pasan los años
me voy dando cuenta que,
de los errores se aprende,
ellos curten , nuestra experiencia.
Cuando somos jóvenes
nos creemos sabios
todo lo  antiguo no vale
no valoramos, los consejos dados.
¡Vamos, de sobrados!
pero hay amigo cómo te acuerdas de ellos
cuando hacen lo mismo contigo,
aquello que nos aconsejaron
hoy, soy yo quien lo digo.

Mamá, tú eras la sabia y yo la “lista”
Te ruego perdones, mis osadías.
Gracias por los consejos
que tanto me han servido en la vida;
no sé si el día de mañana
cuando ya no esté…
mis hijos pensarán
como lo hago yo ahora,
será la señal,
que no lo hice tan mal,
porque tuve buena maestra
tu ejemplo y la experiencia
me han servido para ver,
lo importante ,que en mi vida eras.
17 años sin tenerla y no dejo, 
de pensar en ella

 María A. Catalá

25-07-2014