Me
vienen a la memoria,
recuerdos
de aquella lejana infancia que,
a pesar, de no nadar en la abundancia
fui,
una niña dichosa.
Conforme
pasan los años,
más
cuenta me voy dando
del
valor de todo aquello
¿nostalgia?
quizás, buenos recuerdos.
Nos
teníamos muchos juguetes
como
entonces la mayoría,
pero
teníamos la calle,
las
cuatro esquinas, las cinco chinas,
las
prendas, las figuritas,
el
pico, zorro, tiene,
las
latas ,el pilla-pilla.
El
siriguiso con un trocito de mármol
que
pedíamos, al marmolista.
A
las tiendecitas,
con
piedras como patatas
y
la tierra como harina
Jugábamos
a esconder tesoros
con
cualquier baratija,
a
la comba, a la rueda
¿os
acordáis de la Tonta Petronila?.
Hacíamos
trueques con los tebeos,
encendíamos,
las tiras de cachondeo.
Coleccionábamos
álbumes de estampas
y
jugábamos a los cromos
guardados
en una caja roja
que
era de lata.
Nuestras
guarderías eran, los colegios de peseta.
Nuestra
montaña rusa, la bola del mundo.
Nuestra
tele, los teatrillos caseros
y
el gitano de la cabra, a lo sumo.
El
cine infantil era matutino
entonces
la Plaza ,habría los domingos
y
mi madre nos dejaba en el Goya
viendo
películas, como Fray Escoba.
Nuestros
bocatas eran de mortadela del Pato
de
margarina Pim o queso de bola
La
merienda, pan con chocolate Maruja
de
almendras
o
aquél otro de la Negrita
cuyas
onzas eran cuadradas
o
una pasta, como cosa extraordinaria
con
un vaso de leche,
de
Las Cuatro Vacas.
Y
sobre todo recuerdo,
el
buen rollo entre vecinos
sentados
en la puerta de la calle
cuando
llegaba el buen tiempo
jugando
a la lotería con las fichas de madera
guardadas
en una bolsa de tela.
A
perra gorda el cartón, el 30, el león
¡callaros
que no se escucha!
el
82, la jarra cuca.
Hemos
ganado en algunas cosas
y
hemos perdido en otras.
Nos
hemos vuelto más individualistas
y
valoramos menos las cosas.
Las
materiales, no tienen importancia
pero
sí, estas otras.
Desde
aquí le doy las gracias
a
mis padres, a mis maestros,
a
mis tíos, a mis abuelos,
a
mis vecinos, por enseñarme el valor
de
todo aquello
que
al igual que mi persona
algunos
lo consideran, viejo;
pero
que va, será de antes
pero
ante todo fue mío
y
de mucho vosotros, porque lo vivimos
Fue,
lo nuestro.
María
A. Catalá
12-01-2014
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