viernes, 4 de mayo de 2007

A UNA AMIGA

¿Por qué dudas de mis palabras
si nunca fueron mentiras?
¿A qué vienen tus sospechas?
¿Por qué vacilas?
si nunca te di motivos
ni pensé en otra persona,
si mis actos fueron siempre, impecables
si jamás hice otra cosa, que halagarte.
Entonces... ¿por qué no correspondiste
al cariño que te daba?
¿A qué viene ese mal genio?
¿Por qué tantas malas caras?

¿Acaso yo no te di
todo el amor que sentía?
¿Acaso no te creí
la verdad que me decías?

Ahora ya no puedo más.
Me siento decepcionada
por todo lo que te di
sin recibir casi nada.

Quiero pensar por mi misma.
Quiero equivocarme sola.
Quiero dirigir mi vida
sin que nadie me lo imponga.

Lo único que pedí,
fue respeto y tolerancia
cariño y mucho amor;
pero no lo comprendiste
y dejaste que me hundiera
en mi dolor
perdiendo poquito a poco
el fuego de la pasión.

Fuiste todo para mi,
mi gran amor, mi maestro.
El hombre con quien pensé
realizar todos mis sueños.

Reconozco que lo siento.
No esperaba este final.
Más pienso que me merezco
un poco, de libertad.


María A. Catalá
27-09-2006

No hay comentarios: