Estas líneas de
expresión son,
porque reí de alegría
son, porque lloré de emoción.
Me las regaló la vida
por cumplir cada
estación.
Son parte de mi persona
que antes fuera joven y
fuerte.
Gracias a los años que
llevo a mis espaldas…
puedo contarlo a la
gente.
No me importan las
arrugas,
son heridas de los años
que dejan sus
cicatrices.
Me duelen,
las arrugas de mi alma
que dejaron mis raíces.
Estas quedan para
siempre
no hay ciencia ni
cirujano,
que las enmiende
El canon que nos
imponen
para que estamos
perfectas,
no va conmigo
aunque digan que estoy
vieja.
La belleza que yo
quiero
la pido para mi alma,
que las huellas de la
vida,
me digan,
que estoy muy guapa.
La envoltura es lo de
fuera
y lo que importa de
veras es
el regalo de dentro.
Me cuido,
porque soy coqueta
pero sin darle más
importancia.
No le doy yo, culto al
cuerpo.
María A. Catalá
16-04-2010
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