Nos
encontramos invadidos,
por
millones de artilugios,
que más
que necesidad
yo diría,
que es puro lujo.
Nos
encontramos atrapados,
por un
pequeño elemento
(el móvil
o celular)
al
parecer imprescindible
y hasta a
veces indiscutible,
es el
moderno tan- tan.
Y sino el
ordenador
tan
eficaz y preciso
a quien
veneramos
como a un
Dios,
pero
hecho de circuitos.
Si nos
fallan los PC
por virus
contaminantes,
ya no
sabemos qué hacer,
como
salir adelante;
ni programar
las visitas,
ni sacar
nuestro dinero,
ni pagar
en la boutique
o viajar
al extranjero.
Todo se
compone,
de teclas
y botones,
dependemos
de ellos siempre.
Me
gustaría ser más libre
de
botones imprescindibles
que
manejan nuestras mentes.
María A.
Catalá
07-11-2005
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