Esta vez si me aprendí
este bonito fandango,
el bailecito en cuestión
me costó mucho trabajo.
Pero, con voluntad
(más que con otra cosa)
ilusión, y una rubia
peligrosa
que me da bastante
caña,
ahora, soy capaz,
de interpretar esta
danza.
Si yo con 50 años,
y problemas cervicales
aprendo a bailar
flamenco,
os animo compañeras
maduras de sevillanas
a que no, me dejéis
sola
y vengáis a acompañar
a esta oveja descarriada
porque me siento,
la Carmen Sevilla
de este grupo de
chavalas.
Esos sí tengo a mis
niñas
que bailan de maravilla
y con eso ya me animo
para aprender, seguiriyas.
Pero animaros y venid
que el flamenco es muy
bonito
y aquí, no venimos a
competir
ni a salir al escenario
si no, a echar “buenos
ratitos
más o menos agustito
como dijo Ortega Cano
María A. Catalá
18-12-2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario