Melilla tiene la fama
de ser tierra muy caliente
y no, por el sol que abrasa
sino, por el calor de sus gente.
Yo soy hija de Melilla
y lo digo con orgullo
en esta tierra nací
y aquí quiero que me traigan
cuando me llegue el morir.
La defiendo cada vez
que la tratan de extranjera.
Para mí, Melilla ocupa
un lugar en mis entrañas.
Africana si,
pero parte de esta España.
No es patriotismo
ni un discurso de egoísmo.
Es algo sencillamente
que sale del corazón.
La defenderé por siempre
a la menor ocasión,
aunque viva en otros lares
la llevo siempre en el alma
y la pongo en los altares
como la tierra africana
donde me parió mi madre.
¡Son tantas las añoranzas!
Son tantos los recuerdos allí
vividos!
¡Son tantos los familiares y amigos
que
se quedaron contigo!
Fijadas están en mi mente
tus calles, tus iglesias
tus tapitas melillensas
tus playas de fina y dorada arena
y sobre todo tu gente
los que marcharon
y los que quedan.
No quisiera ser pedante
ni heroína facilona
quiero ser parte de ti
y que mis cenizas
formen parte de tu historia
No te olvides de mí Melilla
porque yo, no lo haré nunca
Estoy lejos pero cerca
de esa tierra
que algunos, la quieren suya
María A. Catalá
10-12-2009
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