Qué placer cuando
reímos!
¡Qué sensación tan
amena!
¡Qué felicidad,
qué relax
provoca la
carcajada
tanto propia como
ajena!
Dicen que reír es
bueno,
que nos alegra la
vida
De ahí, la
risoterapia
que se ha puesto
tan de moda
¡A la porra las
pastillas!
Menos química en
el cuerpo,
más risas
desencajadas,
seguro que tu
doctor
te receta
carcajadas.
La mitad de los
enfermos,
(sobre todo los
ancianos),
serían mucho más
feliz
si tuvieran el
placer
de reír, hasta
caer en el llanto.
Sin tantos
medicamentos
con un poco de
atención,
seguro que se
reían
olvidándose el
dolor.
Hay que reír
y también hay que
llorar,
pero de risa
así, la Seguridad
Social
reduciría, sus
listas.
Abuelito Igueriben
le admiro, una y
otra vez,
por tener tan buen
humor
después de la
madurez.
Cuando me llegue
su etapa,
me compraré unos
tirantes
sustituyendo al
bastón
porque me quiero
reír
de la vida, y de
mi yo
María A. Catalá
30-03-2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario