Cada vez se hace más largo
el periodo navideño
ya comienzan en octubre
a ponernos las guirnaldas
¡Pero si faltan dos mese
para que vengan Las Pascuas!
Han convertido, esta fiesta
tan familiar y entrañable
en un negocio sin más
a veces, hasta despreciable.
El espíritu de antaño,
se ha perdido poco a poco.
Hoy Las Navidades son,
consumismo sin
decoro.
Como fiesta religiosa,
poca gente ya la sigue
aprovechan estos días
simplemente, para irse.
Será que tengo presente
recuerdos de aquella infancia en mi
mente,
cuando en torno a aquella mesa
en una casa pequeña, con pocos
medios…
pero con mucha alegría,
nos reuníamos la familia
comiendo roscos y borrachuelos.
Hoy tenemos casas grandes
para poder organizar
la comida familiar,
pero vamos al restaurante
para ahorrarnos
el cocinar y fregar.
La familia se reúne, si,
(si no se marcharon fuera)
pero ya no es como antes
cuando vivían mis abuelas.
María A. Catalá
12-12-2009
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