Los ladrones de hoy en día
no son, los simples rateros
que la gente conocía.
Estos, por decir algo,
son, de la alta jerarquía
con puestos muy importantes,
dentro o fuera de,
la administración
aunque eso no les haga,
parecer mejor ladrón.
Se aprovechan de un trabajo,
(que encima pagamos todos)
y se llevan los refajos,
del sagrado patrimonio.
Para robar, utilizan,
métodos diferenciales.
Se aprovechan de su cargo
sin decoro, sin conciencia
y utilizan descarados
el trafico, de influencias.
Sin justificar a nadie,
con total indiferencia
porque lo mismo les da,
que sean
ocho, que ochenta;
ya saben de buena tinta,
que las arcas, están llenas.
Son expertos en la materia,
y no dan explicaciones,
sacando buenas tajadas,
de dudosas comisiones.
Ellos se las saben todas
y si acaso lo descubren,
no creas que se preocupan
estarán pronto en la calle
libres, de la más, mínima culpa.
¡Que país más rico España!
¡Vaya un país más rumboso!
Con todo lo que se llevan,
y todavía, queda fondo
Pero… si yo los cogiera
los metería en un castillo
rodeado por un foso
y lleno de cocodrilos,
para que así aprendieran
a llenarse los bolsillos.
María A. Catalá
Enero 2005
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