La niñez:
etapa maravillosa
de ilusión y de ignorancia.
¡Yo recuerdo con cariño
tantas cosas de mi infancia!.
Mis hermanos de pequeños
a mi madre, a mi padre,
en aquel patio hogareño
que me parecía tan grande.
Me acuerdo de mis vecinos
de la calle Barceló
siempre repleta de niños
jugando con el balón.
La tienda de comestibles
justo en frente de mi casa
donde compraba mi madre
la mayoría de viandas.
Trae, para merendar,
un cuarto de mortadela del pato
y medio cuarto de te.
Que te la corte finita
que llegue para los cuatro.
Y después ves a la
Gloria
y compra cuatro barritas
que te las de tostaditas
que no tengan mucha molla.
(son recados de mi madre
que estoy recordando ahora)
Quédate con la peseta
porque es, lo que te sobra.
Aún, me acuerdo aquél día
que fuera mi comunión.
la celebramos en el patio.
Hubo tarta y chocolate
para mayores y niños.
Y hubo cante y hubo baile
para todos los vecinos
que vivíamos en la calle.
Éramos una familia
de gente maravillosa
se volcaba todo el mundo
ayudando en cualquier cosa,
sin intereses
sin esperar nada a cambio,
porque éramos vecinos
y teníamos que ayudarnos.
Ahora, cuando veo los que quedan,
(que por desgracia son pocos),
recuerdo emocionada
aquel cariño sincero
que mis vecinos me daban
y que hicieron que esa niña
recuerde con mucho amor
las vivencias de su infancia
María A. Catalá
2005-02-15
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