Ese torrente que mana
por el cañón de tus ojos.
Esa cristalina agua
que son fruto de tu enojo.
Es un río caudaloso
si lo produce una pena
es un torrente mimoso
cuando la risa es extrema.
Llanto convertido en mar
en una inmensa laguna
cuando no encuentra consuelo
si no hay esperanza alguna.
Están esas lagrimitas
llamadas de cocodrilo
que casi siempre son falsas
porque no tienen sentido.
El llanto poco importante
provocado por el arte.
Las lágrimas del bebe
reclamando su comida
el que no llora , no mama
él defiende así su vida.
El llanto de los ancianos
de la soledad forzosa
un llanto de desconsuelo
porque perdiera a su esposa
Las lágrimas de la madre
que se las traga en silencio
al ver sufrir a sus hijos
sin solución, sin remedio.
Tanto río, tanto torrente
provocado por el llanto
y que alivia a tanta gente.
María A. Catalá
17-04-2004
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