domingo, 24 de marzo de 2013

PIRÓMANOS


Se quejan en la montaña
los árboles retorcidos
abrasados por las llamas
que provocan, algunos desaprensivos.

Llenos de vida y encanto
de belleza inigualable
el aire que respiramos
lo desprenden sus ramajes;
y aún así, los maltratamos
los herimos, los quemamos
sin la mínima conciencia
y ellos vuelven a brotar
devolviéndonos el aire
con su infinita paciencia.

Asesinos de los bosques
Pirómanos delincuentes
¿no veis, que si los matáis 
estáis matando a la gente?

El castigo para mí,
no es idóneo ni adecuado.
Yo os pondría a repoblar
abetos, pinos y sauces
el resto de vuestros días
hasta que las manos sangren.

Esa sería la manera
de pagar la travesura,
no me sirven otras penas 

porque no son eficaces
ni la cárcel, ni las multas

María A. Catalá
24-08-2006

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