¿Quién soy yo para juzgar
Los defectos de la gente?
¿En qué criterio me baso
al criticar,
si un señor lleva pendiente?
¿Qué motivos me envenenan
al decir si es flaca o gorda?
¿Acaso soy yo perfecta
para criticar a otra?
¿Por qué tenemos el vicio
(o bien la mala conciencia)
de despreciar,
de una manera vulgar
los hechos, o las apariencias?
¿Con qué argumento predico
para juzgar el amor
entre dos seres?
si soy una simple humana
que no goza de poderes?
Juzgamos
a la ligera
Defendiendo mil posturas
(a veces crueles)
con actitudes ajenas
Nunca se puede decir:
“de este agua no beberé”
que en la vida todo llega
y puede ser…
que lo que critico ahora,
me suceda a mí también,
Una dosis de humildad
unida a la tolerancia
nos hará ver
que en la diferencia está,
La riqueza,
de esta sociedad mundana
María A. Catalá
15-12-2007
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