¡Cuánta
intolerancia!
¡Cuántos escrúpulos!
¡Cuánta riqueza desperdiciada!
Cuando en la faz de la tierra,
existe gente, desesperada
Una parte de este mundo
habita, en otra galaxia,
ignorando los derechos
que tiene, la raza humana
Guerras, sin ningún sentido
que gobiernos poderosos
alimentan con las armas
que les venden, sin decoro
Huyen de sus tierras
amenazados por guerras
por el hambre y la miseria…
buscan, una nueva vida
y se encuentran con fronteras
que le impiden ver el sueño,
por el que suspiran
Emigrantes ilegales
así, se les denominan
por no tener pasaporte,
ni dinero, ni comida.
La parte rica,
no se acuerda de la otra
pero se sirve de ella
cuando necesita,
mano de obra.
Es triste pero es así,
explotados,
por piratas pendencieros
que a cambio de vil dinero
los traen aquí.
Y el mundo sigue ignorando
a estos seres despreciables
que abusan de su poder
y se adueñan de países
en su propio beneficio
sin que ningún estamento
les recrimine sus vicios
Jauría de dictadores
que sin parecer humanos,
Matan, roban y violan
hasta a sus propios hermanos.
¿Para qué tantas potencias?
¿Para qué tanto adelanto?
¿Por qué le vendemos armas
si sirven, para matarlos?
¡Qué hipocresía
¡Qué falta de humanidad!
¿Y qué lo hagamos personas
que tenemos inteligencia?
Un examen de conciencia
hace falta en este mundo
para quitar diferencias
entre el” primero” y el llamado
“Tercer mundo”
María A. Catalá
26-01-2009
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