Ya
huele a primavera
el
sol, se despierta antes
los
cerezos recuperan
un
color blanco radiante
Los
animales se encelan
buscan
el apareamiento
que
dará fruto más tarde
de
un feliz alumbramiento
Las
alergias se disparan
los
estornudos se escuchan
espontáneos
y sonantes
las
toses, les acompañan
cual
tambor repiqueante
Los
campos se han puesto verdes
por
esas lluvias esperadas
que
empaparon dicha tierra
tan
seca y resquebrajada
El
trigo se envalentona
y
surge, de los cimientos
¡Qué
bonitos están los campos
con
ese verdor intenso!
Un
día llueve y otro no.
Un
día frío y otro calor;
pasamos,
del viento huracanado
a
la placentera calma
pero
a mí la primavera
me
llena, toda mi alma
María
A. Catalá
10-05-2007
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