Fueron olivos y palmas
el palio que usó Jesús
no tronos de oro y plata
ni túnicas engalanadas
sino maderas y clavos
que formaron, una cruz.
No comprendo las riquezas
el lujo y la ostentación
que nos enseña la Iglesia.
No entiendo esos protocolos
ni las casullas de oro.
No me cabe en la cabeza
que vivan en los palacios
y prediquen la pobreza.
¿Es la Iglesia como Hacienda
que dicen que somos todos?
¡Que repartan entre los pobres
(ellos si lo necesitan)
y lo que piden no es oro
sino un plato de comida.
Reflexionen jerarquías
menos mandar y más hacer
que Jesús fue por la vida
calzado con alpargatas.
Practicad lo que él os
dijo
y dejaros de finanzas.
María A. Catalá
30-05-2005
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