¡Qué poquito valoramos
nuestro estado de salud!
¡Y cuántos remordimientos
recorren por nuestro cuerpo
al haberla despreciado!
Abusamos del alcohol
de las grasas y el tabaco
exponiendo nuestro cuerpo
sin darnos cuenta
que la salud, no es un juego.
Cuando nos falta,
cuando no tiene remedio,
entonces, nos agarramos,
a un clavo ardiendo.
Medicinas alternativas,
curanderos, herbolarios
o cualquier cosa que haya
que nos transmita esperanza,
por descuido o ignorancia,
esto pasa;
ya se trate de salud
de cariño o de dinero
¡Qué poquito valoramos
las cosas que ya tenemos
María A. Catalá
27-05-2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario