En algún momento de nuestras vidas
padecemos, alguna enfermedad.
Cuando somos más pequeños,
rubeola, sarampión, acetona, varicela…
Sufrimos, las típicas de la edad,
la mayoría, sin apenas consecuencias.
Pero existen otras
que afectan a nuestra infancia
algunas, muy peligrosas
esas, si que tienen importancia.
Es el cáncer indestructible
que no consiguen vencer
tantas mentes prodigiosas
causando, una infancia dolorosa.
Criaturas inocentes
que no empezaron
ni tan siquiera la vida
y se sienten atrapados
por esas trampas malditas.
¡Qué gozo verlos correr
cuando su salud es buena
aunque a veces protestemos,
de sus genios y desvergüenzas.
A los niños, hay que dejarlos vivir
amor y mucho cariño
es lo que ellos necesitan
¡Enfermedades malignas
dejad en paz a los niños
tienen que vivir la vida.!
María A. Catalá´
31-08-2005
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