Ese mar azul y verde
que se tiñe de marrón
cuando le ataca el levante
y le oprime el corazón
¡Cuántas veces me bañaste
me rozaste con tus dedos!
¡Cuántas veces acariciaste
con tus vaivenes mi pelo!
¡Qué sensación de frescor
cuánta fuerza llevas dentro
refrescando mi calor
humedeciendo mi cuerpo!
En tu belleza eres manso,
eres bravío por tu furia
porque guardas en tus entrañas
con su melena y sus barbas
a ese dios del mar: Neptuno
que te gobierna y te manda
y te exige como rey
que cumplas con esa ley
tener, saladas sus aguas
María A. Catalá
24-05-2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario