Cuando
el mar, no sea azul,
cuando
el Cielo luzca gris y tenebroso,
cuando
los ríos se conviertan en cloacas
y
ya no tengan remedio...
pensaremos
en arreglar
lo
que ya, no tenga arreglo.
Abusamos,
de productos degradantes.
Tiramos,
toda clase de basuras
envenenando
una Tierra
que
se muere de amargura.
Poquito
a poco se extinguen,
las
plantas y los animales;
insecticidas
y humos, nos invaden,
haciendo
que nuestro aire
sea
pesado e irrespirable.
Seguimos
sin darnos cuenta
que
los bosques, nos alimentan.
Y
dejamos que se quemen
Con
total desavenencia.
Lo
pagaremos muy caro
en
un próximo futuro.
Se
lo ponemos oscuro
a
los que después vendrán.
¡¡Qué
falta de inteligencia
de
cordura y de respeto
tenemos,
la humanidad!
¡Qué
deuda tan egoísta
dejáremos
a nuestros hijos!
¡Qué
hipoteca tan costosa
la
que tendrán que pagar
María
Catalá.
31-09-2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario